Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante
La Dermatitis Atópica (DA) – también conocida como eccema – es una enfermedad de carácter inflamatoria que afecta la piel. Si bien se manifiesta de diferentes maneras en cada persona, sus principales indicios son lesiones de aspecto rojizo, que generan picazón. La zona afectada de la piel se ve seca, descamada y áspera. (1,2)
Es importante destacar que la DA no es contagiosa. Y si bien no se conoce la causa, es probable que surja por factores genéticos y/o ambientales. El cuadro puede mejorar o empeorar con el tiempo, pero a menudo tiene larga duración. Se trata de una afección crónica y recurrente. (2)
Si bien es más frecuente en niños, la DA puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida. En los lactantes, las zonas más afectadas suelen ser las mejillas, los brazos y las piernas, mientras que en niños más grandes y adolescentes suele verse en los pliegues de los codos y las rodillas. En adultos, es más frecuente que se presente en la nuca, las manos y los pies. (1)
Vivir con DA puede ser un desafío importante en la vida de las personas que la padecen y su entorno. Es una afección que requiere atención diaria para mantener controlada la picazón y las lesiones de la piel. Muchas veces, esto puede generar estrés y frustración, especialmente cuando se trata de cuadros que generan dificultades para dormir o realizar actividades cotidianas (3). Sin embargo, con el tratamiento adecuado y sostenido, siempre bajo la recomendación del médico tratante (y acordado con los familiares, en los pacientes pediátricos), la enfermedad se puede controlar y llevar una mejor calidad de vida.
En este contexto, es importante dar a conocer las características de la DA, entender de qué se trata, visibilizar sus diferentes manifestaciones y buscar herramientas para poder abordarla. La realidad de la piel puede ser distinta para cada persona y tener un importante impacto en su calidad de vida. Por eso, te invitamos a conocer más a continuación:
